viernes, 28 de junio de 2013

Crítica en "Revista Veintitrés", realizada por Luis Mazas. 28 de junio de 2013


"La puesta de Lamberto Arévalo imprime a Winnie el efecto plástico de una planta que no crece sino decrece. Bello ese accionar que tan bien acepta Roxana Berco, mientras agoniza los matices del soliloquio de esa mujer detenida en un falso presente continuo. Director y actriz toman una decisión interesante. No son conductistas; no sobreabundan, apenas sugieren su “interpretación” que arriman para que el espectador la complete. Totalmente separado de su mujer, detrás del montículo, el primitivo, prescindente Willie, refleja la ironía situacional de Beckett. Arévalo lo dota de mayor acción física, sugiere otra entidad absurda para el hombre de la que el texto especifica. Como pide todo Beckett, el director valora la expresividad elocuente de las luces. Acaso aluda. por medio de la ambientación sugestiva de Marcelo Valiente. que somos parte de un ciclo vital y a la tierra volvemos sin proyección trascendente alguna, como toda pretensión vana."




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